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THE WEEK OF PRAYER FOR CHRISTIAN UNITY
JANUARY 18–25, 2015

PRAYER / WORSHIP: Guía Diaria de Sagradas Escrituras y Oración
Semana de Oración por la Unidad Cristiana 2015

2015 Week of Prayer for Christian Unity

Día 1, Le era necesario pasar por Samaria (Juan 4:4)

Sagradas Escrituras
  • Génesis 24:10-33, Abrahán y Rebeca en el pozo
  • Salmo 42, El ciervo que brama por las corrien-tes de agua
  • 2 Corintios 8:1-7, La generosidad de las iglesias de Macedonia
  • Juan 4:1-4, Le era necesario pasar por Samaria
Meditación

Jesús y sus discípulos viajaron de Judea a Galilea. Allí existía un prejuicio contra los samaritanos. La reputación negativa de Samaria provenía de su mezcla de razas y religiones. ¿Qué quiere decir el Evangelio de Juan, cuando dice “le era necesario pasar por Samaria”? Para Jesús, era una elección. Pasar por Samaria significa que es necesario encontrarse con el otro, el diferente, el que a menudo es visto como amenaza.

El conflicto entre judíos y samaritanos venía desde hace tiempo ya. Para los judíos, los samaritanos se habían convertido en un pueblo “mezclado e impuro”. Los samaritanos a su vez, también tenían dificultades para aceptar a los judíos (Juan 4:8). Esta Resistencia al diálogo venía de ambas partes.

Juan deja en claro que “pasar por Samaria” es una elección que hace Jesús; va más allá de su propia gente. Con esto nos está mostrando que aislarnos de aquellos que son diferentes, y relacionarnos únicamente con las personas iguales a nosotros, es un empobrecimiento que nos causamos a nosotros mismos.El diálogo con aquellos que son diferentes es lo que nos hace crecer.

Oración

Dios de todas las personas; ¡enséñanos a aprender de cada iglesia y cultura! Confesamos que tú eres el origen de la unidad. Concédenos la unidad que Cristo quiere para nosotros. Amén.

Día 2, Cansado del camino, Jesús se sentó allí, junto al pozo (Juan 4:6)

Sagradas Escrituras
  • Génesis 29:1-14, Jacob y Raquel en el pozo
  • Salmos 137, ¿Y cómo podríamos cantarle al Señor en un país extranjero
  • 1 Corintios 1:10-18, Algunos de ustedes dicen, Yo soy de Pablo, o Yo soy de Apolos
  • Juan 4:5-6, Jesús estaba cansado del camino
Meditación

Jesús había estado en Judea antes de su encuentro con la mujer samaritana. Los fariseos habían comenzado a difundir que Jesús bautizaba más discípulos que Juan. Al llegar al pozo, Jesús decide detenerse. Estaba cansado de su viaje. Mientras estaba descansando, una mujer samaritana se acerca al pozo para sacar agua. Este encuentro tuvo lugar en el pozo de Jacob: un lugar simbólico en la vida y espiritualidad del pueblo de la Biblia.

Se inicia un diálogo entre la mujer samaritana y Jesús sobre el lugar de adoración.“ ¿ Es en este monte o en Jerusalén?” pregunta la mujer samaritana. Jesús responde, “ni en este monte ni en Jerusalén...los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre busca que lo adoren tales adoradores.” (Juan 4: 21-24).

Todavía sucede que en lugar de una búsqueda común de la unidad, la competencia y la disputa marca las relaciones entre las iglesias. Las comunidades ensalzan sus propias virtudes y beneficios a fin de atraer a nuevos miembros. Algunos creen que cuanto más grande sea la iglesia, mayor será la cantidad de miembros, mayor será su poder, más cerca estarán de Dios, y se presentan a sí mismos como los únicos y verdaderos adoradores. Como resultado ha habido violencia y desprecio por las demás religiones y tradiciones. Este tipo de mercadotecnia competitiva genera desconfianza entre las iglesias y falta de credibilidad en la sociedad con respecto a la cristiandad en general. A medida que la competencia crece, la “otra” comunidad se vuelve la enemiga.

¿Quiénes son los verdaderos adoradores? Necesitamos “pozos” en donde podamos sentarnos, descansar y abandonar las disputas, la competencia y la violencia, lugares donde podamos adorer “en Espíritu y en Verdad”.

Oración

Dios compasivo, nuestras iglesias muchas veces están cansadas de la necesidad de ser las primeras. Permítenos descansar junto al pozo. Refréscanos con el agua de la unidad extraída de nuestra oración en común. Que tu Espíritu, que se cernió sobre las aguas del caos, nos traiga unidad a nuestra diversidad. Amén.

Día 3, “No tengo marido” (Juan 4:17)

Sagradas Escrituras
  • 2 Reyes 17:24-34, Asiria puebla de nuevo a Samaria
  • Salmos 139:1-12, Oh Señor, tú me has examinado y me conoces
  • Romanos 7:1-4, Han muerto a la ley por medio del cuerpo de Cristo
  • Juan 4:16-19, No tengo marido
Meditación

La mujer samaritana le responde a Jesús: “No tengo marido” pero Jesús sabe que la mujer ha tenido cinco maridos, y que el que  tiene ahora no es su marido.

¿Cuál es la situación de la mujer? ¿Sus maridos le pidieron el divorcio? ¿Era una viuda? ¿Tenía hijos? Estas preguntas surgen naturalmente cuando uno lee este fragmento. Jesús acepta la vida de la mujer pero continua siendo abierto a ella, para salir a su encuentro. Jesús no insiste en una interpretación moral de su respuesta sino que parece interesado en llevarla hacia algo más allá de eso. Como resultado, la actitud de la mujer hacia Jesús cambia. En este punto, los obstáculos de las diferencias culturales y religiosas quedan en un segundo plano, para darle espacio a algo mucho más importante: un encuentro con confianza. El comportamiento de Jesús en este momento nos permite abrir nuevas ventanas y hacernos más preguntas, preguntas sobre las diferencias que se hallan en el camino de la unidad a la que apuntamos y por la cual rezamos.

Oración

Oh, tú que estás más allá de todas las cosas, ¿cómo podríamos llamarte con otro nombre? Ninguna palabra puede nombrarte. ¿Qué Espíritu puede entenderte? Tú sólo eres inexpresable. Todo lo que está dicho ha venido de ti. Tú solo eres irreconocible. Todo lo que está pensado ha venido de ti. Todos te deseamos. Todos suspiran y anhelan por ti. Ten piedad de nosotros, tú que estás más allá de todas las cosas. ¿Cómo podríamos  llamarte con otro nombre? Amén.

Día 4, La mujer dejó entonces su cántaro (Juan 4:28)

Sagradas Escrituras
  • Génesis 11:31-12:4, Dios promete hacer de Abrahán una nación grande y una bendición
  • Salmo 23, El Señor es mi pastor
  • Hechos 10:9-20, Lo que Dios ha limpiado, no lo llames común
  • Juan 4:25-28, La mujer dejó entonces su cántaro
Meditación

El encuentro entre Jesús y la mujer samaritana muestra que el diálogo con el diferente, el extraño, el desconocido, puede ser dador de vida. Aquél día, por alguna razón, la mujer samaritana no siguió las reglas establecidas. Ella y Jesús, ambos rompieron los patrones convencionales del comportamiento. Ellos nos mostraron una vez más que es possible construir nuevas relaciones.

A medida que Jesús completa el trabajo de su Padre, la mujer samaritana, por su parte, deja su cántaro con agua, lo que significa que ella podía progresar de ahora en más en su vida; ya no estaba limitada por el rol que la sociedad le había impuesto. Cuando ella déjà atrás su cántaro con agua, da la señal de que ha encontrado un don mayor, un bien más preciado que el agua que ella había ido a buscar, y un mejor lugar para estar dentro de su comunidad. Ella reconoce el don mayor que este judío extraño, Jesús, le estaba ofreciendo. Es difícil para nosotros encontrar lo valioso, reconocerlo como bueno, o incluso como santo, aquello que nos es desconocido y que pertenece a otro. Sin embargo, reconocer que los dones que pertenecen a otros son tan buenos como santos, es un paso necesario para llegar a la unidad visible que buscamos.

Oración

Dios Amoroso, ayúdanos a aprender de Jesús y la samaritana, que el encuentro con el otro nos abra nuevos horizontes de gracia. Ayúdanos a romper nuestros límites y a enfrentar nuevos desafíos. Ayúdanos a supercar el miedo para seguir el llamado de tu Hijo. En el nombre de Jesucristo, oremos. Amén.

Día 5, No tienes con qué sacar agua, y el pozo es hondo (Juan 4:11)

Sagradas Escrituras
  • Génesis 46:1-7, Dios le dice a Jacob que no tenga miedo de ir a Egipto.
  • Salmo 133, Qué bueno que los hermanos convivan en armonía
  • Hechos 2:1-11, El día de Pentecostés
  • Juan 4:7-15, No tienes con qué sacar agua, y el pozo es hondo
Meditación

Jesús necesita ayuda. Exhausto, en el calor del mediodía, se siente hambriento y sediento (Juan 4:6). Sin embargo es él quien se encuentra en un territorio extraño y el pozo pertenece a la comunidad de la mujer. Jesús tiene sed y, como le señala la mujer samaritana, no tiene con qué sacar agua. El necesita agua, necesita su ayuda: ¡todos necesitamos ayuda!

Muchos cristianos creen que únicamente ellos tienen todas las respuestas y que no necesitan ayuda de nadie más. Perdemos mucho si nos mantenemos en esta perspectiva. Necesitamos la ayuda de nuestros hermanos y hermanas cristianos. Recién entonces podemos alcanzar las profundidades del misterio de Dios. Un punto en común de nuestra fe, consiste  en que Dios es un misterio más allá de nuestra comprensión. La búsqueda de la unidad Cristiana nos permite reconocer que no hay comunidad que posea el total entendimiento para alcanzar las aguas profundas de la divinidad. Necesitamos agua, necesitamos ayuda: ¡todos necesitan ayuda! Cuánto más crezcamos en unidad, compartamos nuestros cántaros y atemos nuestras sogas, más profundo ahondaremos en el pozo de la divinidad.

Las tradiciones indígenas del Brasil nos enseñan a aprender de la sabiduría de los mayores, y al mismo tiempo, de la curiosidad e inocencia de los niños. Cuando estemos listos para aceptar que necesitamos del otro, nos volveremos como niños, abiertos a aprender. Y así es como entraremos en el Reino de los Cielos (Mateo 18:3). Debemos hacer como hizo Jesús. Debemos tomar la iniciativa para entrar en una tierra extranjera, donde seamos extraños, y cultivar el deseo de aprender del otro.

Oración

Fuente de Agua Viva, despierta en nosotros la verdad, para que los dones del otro sean una expresión de tu insondable misterio. Haz que nos sentemos juntos en el pozo para beber de tu agua que nos congrega en unidad y paz. Pedimos esto en el nombre de tu hijo Jesucristo, quien le pidió a la mujer samaritana que le diera agua para calmar su sed. Amén.

Día 6, Jesús dijo: “El agua que yo le dare será en él una fuente de agua que fluya para vida eterna” (Juan 4:14)

Sagradas Escrituras
  • Éxodo 2:15-22, Moisés junto al pozo de Madián
  • Salmo 91, La canción de aquellos que se refugian en el Señor
  • 1 Juan 4: 16-21, El perfecto amor echa fuera al temor
  • Juan 4: 11-15, Una fuente de agua que fluya para la vida eterna
Meditación

El diálogo que comienza con el pedido de agua por parte de Jesús se vuelve un diálogo en el cual Jesús promete agua. Jesús pedirá beber una vez más. “Tengo sed” desde la cruz, y desde la cruz Jesús se transforma en la fuente de agua prometida que mana de su costado traspasado. Recibimos esta agua de Jesús en el bautismo, y se transforma en un agua, en una vida que brota dentro nuestro para ser dada y compartida con los demás. La Hermana Romi, una enfermera de Campo Grande, fue pastora en una tradición Pentecostal. Una noche de domingo, completamente sola en una choza, en la vecindad de Romi, una niña indígena de dieciseis años dio a luz a un bebé varón. Ella fue encontrada en el suelo, sangrando. La Hermana Romi la llevó al hospital. Surgieron los interrogantes - ¿dónde estaba la familia de Semei? Ellos fueron encontrados, pero no querían saber nada. Semei y su niño no tenían un hogar a donde ir. La Hermana Romi los llevó a su modesta casa. Semei siguió teniendo problemas de salud, pero la enorme generosidad de la Hermana Romi logró aún una mayor generosidad por parte de sus vecinos. Semei bautizó a su niño Luke Nathanial y con el tiempo pudieron mudarse de la ciudad a una granja, sin embargo ella no se olvidó de la amabilidad de la Hermana Romi y de sus vecinos. El agua que Jesús da, el agua que la Hermana Romi recibió en el bautismo, se transformó en ella en una fuente de agua y en una ofrenda de vida a Semei y a su niño. Impulsados por su presencia, la misma agua bautismal se transformó en una fuente, en un manantial, en las vidas de los vecinos de Romi. El agua del bautismo brotando en vida fue testigo ecuménico del amor cristiano en acción, en anticipo de la vida eterna que promete Jesús. Gestos concretos como estos, realizados por gente común, son los que necesitamos para crecer en hermandad. Nos brindan un testimonio del Evangelio y relevancia a nuestras relaciones ecuménicas.

Oración

Dios Triuno, siguiendo el ejemplo de Jesús, haznos testigos de tu amor. Concédenos el poder transformarnos en instrumentos de justicia, paz y solidaridad. Que tu Espíritu nos conduzca hacia las acciones concretas que nos llevan a la unidad. Que las paredes se transformen en puentes. Rezamos esto en el nombre de Jesucristo en unidad con el Espíritu Santo. Amén.

Día 7, Dame de beber (Juan 4:7-15)

Sagradas Escrituras
  • Números 20:1-11, Los Israelitas en Meribah
  • Salmo 119:10-20 Nunca me olvido de tus palabras
  • Romanos 15:2-7, Que Dios...les conceda a ustedes un mismo sentir
  • Juan 4:7-15, Dame de beber
Meditación

Los cristianos deberían tener la certeza de que encontrarse e intercambiar experiencias con otras tradiciones religiosas puede cambiarlos y ayudarlos a llegar a las profundidades del pozo. Acercarse a aquellos que son extraños a nosotros con el deseo de beber de su pozo, nos abre a las “maravillas de Dios” que proclamamos.

En el desierto el pueblo de Dios se encontraba sin agua, y Dios envió a Moisés y a Aarón a que brotaran agua de la roca. Del mismo modo Dios satisface a menudo nues-tras necesidades a través de los otros, y es por eso que también necesitamos volvernos hacia ellos y pedir “Dame de beber”.

Muchas veces la respuesta a nuestra necesidad ya se encuentra en la vida y en la Buena voluntad de la gente que nos rodea. El pueblo guaraní de Brasil no posee una palabra equivalente a “religión”. La expresión significa literalmente “nuestro buen modo de ser”(“ñande reko katu”). Refiere al sistema cultural en su conjunto, que incluye la religión. La religión, relaciona a todo lo que mejora y desarrolla a la comunidad y lo lleva a su “buen modo de ser” (teku katu). Estas personas nos recuerdan “El Camino” o “nuestro buen modo de ser” es la manera en que Dios nos brinda armonía a todos los aspectos de nuestras vidas.

Oración

Dios de la vida, que cuida de toda la creación,  y nos llama a la justicia y a la paz, que nuestra seguridad no venga de las armas, sino del respeto. Que nuestra unidad no esté en la búsqueda de poder, sino en el testimonio vulnerable de que se haga tu voluntad. Abiertos y confiados, que defendamos la dignidad de toda la creación, compartiendo, hoy y para siempre, el pan de la solidaridad, justicia y paz. Amén.

Día 8, Muchos creyeron en él por la palabra de la mujer (Juan 4:39)

Sagradas Escrituras
  • Éxodo 3:13-15, Moisés en la zarza ardiente
  • Salmo 30, El Señor nos devuelve la vida
  • Romanos 10:14-17, ¡Cuán hermosa es la llegada de los que anuncian buenas nuevas!
  • Juan 4:27-30:39-40, Muchos creyeron en él por la palabra de la mujer
Meditación

Ella anuncia que ha encontrado al Mesías. Muchos creyeron por su testimonio. Ella reconoció en aquel extraño “una fuente de agua que fluya para la vida eterna.” (Juan 4:14)

Todos los cristianos están llamados a anunciar el nombre del Señor. Aquellos que anuncian verdaderamente a Jesús se acercan a los otros en un diálogo amoroso, abiertos al aprendizaje mutuo y al respeto por las diferencias. Nuestra misión nos pide que aprendamos a beber del agua viva sin apoderarnos del pozo.

El pozo no nos pertenece. Buscamos llevar a cabo lo que proclamamos. El testimonio de la mujer llevó a que su comunidad creyera en Jesús, porque sus hermanos y hermanas vieron coherencia entre sus palabras y su transformación personal. Si nuestra palabra y testimonio es auténtico, el mundo nos oirá y nos creerá.

Oración

Fuente de Agua Viva, haznos testigos de unidad por medio de nuestras palabras y nuestras vidas. Ayúdanos a entender que no somos los dueños del pozo. Transforma nuestros corazones y nuestras vidas de modo tal que seamos capaces de ser genuinos portadores de las Buenas Nuevas. Guíanos siempre al encuentro con el otro, como si fuera un encuentro contigo. Pedimos esto en el nombre de tu Hijo Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.